El tesoro que hundió el Imperio español: naufragio de 400 años revela botín de oro, plata, perlas y hasta loros
Los impresionantes tesoros de un galeón español hundido han sido revelados por primera vez después de que el barco fuera redescubierto casi 400 años después de su naufragio en el Golfo de México.
La pérdida del Buen Jesús y Nuestra Señora del Rosario junto con otros siete barcos destruyó el Banco de Madrid e incluso contribuyó al colapso del Imperio español.
Ahora, los buzos de aguas profundas creen haber encontrado los restos del naufragio a 400 metros de profundidad, con 17.000 objetos a bordo que revelan que llevaba oro, perlas e incluso loros.
El descubrimiento revelado hoy ofrece una visión fascinante de los tesoros, a veces inesperados, que hicieron funcionar la economía colonial.
El lugar del naufragio, a unas 400 millas de los Cayos de Florida, contiene 39 lingotes de oro y casi 1.200 piezas de ocho de plata.
Lo más inusual es que el sitio presenta más de 6.600 perlas que se exportan a Europa desde la costa de Venezuela.
Las gemas procedían de un tipo de ostra exclusivo de América del Sur, pero que casi se extinguió a principios del siglo XVII gracias a la sobreexplotación por parte de los comerciantes coloniales.
Y no fue sólo la vida silvestre la que sufrió las consecuencias del comercio de ostras: se cree que 60.000 nativos del Caribe murieron mientras buceaban en busca de perlas en nombre de los españoles.
Además de los metales preciosos y las joyas, en el lugar se encontraron dos huesos de pájaro, que se cree que provienen de un loro de cabeza azul.
Los loros se convirtieron en mascotas populares debido a su plumaje brillante y su capacidad para imitar el habla humana, pero esta es la primera vez que se encuentran restos de uno en un naufragio.
Otro vistazo a la vida cotidiana en el mundo moderno temprano proviene de un peine de carey para piojos aparentemente hecho por un miembro de la tripulación del barco.
El Buen Jesús y Nuestra Señora del Rosario fue uno de una flota de 28 comerciantes españoles azotados por un huracán el 5 de septiembre de 1622.
Ocho fueron hundidos, matando a 500 personas a bordo y ocultando su tesoro durante casi cuatro siglos.
La economía española dependía del impulso que habría recibido con la llegada de los barcos, y el desastre contribuyó a la eventual caída del otrora todopoderoso imperio colonial.
Las excavaciones en el lugar del naufragio se han realizado durante más de 20 años, utilizando tecnología de aguas profundas desarrollada por ingenieros británicos para perforar en busca de petróleo en el Mar del Norte.
Fueron llevados a cabo por Odyssey Marine Exploration, cuyo presidente Greg Stemm dijo al Times: “Este es el mayor hallazgo de nuestro tiempo”.
Los objetos excavados en el Rosario se exhibirán en la sede de la empresa en Florida.
Oxbow Books publica hoy Oceans Odyssey 3, un libro sobre el naufragio y su contenido.