Hay momentos en la vida que son puro placer y, a menudo, esos momentos se vuelven aún más dulces cuando se disfrutan con alguien que te importa. Esta conmovedora historia demuestra el vínculo entre los humanos y sus compañeros caninos, y cómo un cirujano jubilado de Rutland, Vermont, transformó su pasión por el kayak en viajes increíbles con sus Golden Retrievers.
Los inicios de una aventura en kayak
Todo comenzó cuando el entusiasta de las actividades al aire libre, David Bahnson, observó que la primera mascota Golden Retriever de su familia, Susie, podía caber fácilmente en el compartimento de carga del kayak. Si bien a menudo es demasiado pequeño para un palista adicional, Susie pensó que era la posición cómoda ideal. Lo único que necesitaba cambiar era agregar brazola para mantenerla seca durante sus viajes.
El entusiasta espíritu de kayak de Susie
El entusiasmo de Susie por este nuevo viaje era palpable. Su espíritu era intrínsecamente aventurero como Golden Retriever, y estar en el lago le brindaba otra manera encantadora de disfrutarla. A pesar de su amor por el agua, nunca saltó del kayak hasta que estuvieron seguros en tierra.
Ampliando la tripulación de kayak con Ginger
Innumerables aventuras acuáticas y recuerdos preciados
El trío vivió juntos innumerables aventuras acuáticas, creando muchos recuerdos a lo largo del camino. Susie y Ginger eran grandes doggos, dóciles y bien entrenados, lo que le facilitó a David evitar que saltaran al agua demasiado pronto. “Se sientan y nos vamos”, alardeó. Cuando lleguemos, permanecerán sentados hasta que les diga que es seguro irse”.
Recordando a Susie y Ginger
Continuando la tradición con Piper
La tradición del kayak de la pareja no terminó ahí, ya que trajeron a otro Golden Retriever, Piper, a su casa. Piper comparte el entusiasmo de sus propietarios por explorar el agua y vivir experiencias memorables en el impresionante paisaje de Vermont.
David y Linda continúan remando por mares tranquilos y bajo cielos soleados con Piper a su lado, llevando el legado de sus queridas amigas Golden, Susie y Ginger, en sus corazones. El relato de sus aventuras en kayak es un hermoso recordatorio del vínculo inquebrantable que existe entre las personas y sus queridos compañeros caninos.