En Turquía, la vida de un hombre dio un giro profundo cuando la difícil situación de los animales callejeros lo obligó a marcar la diferencia. Conozca a Mert Akkök, el alma compasiva detrás de un refugio de animales privado ubicado en las afueras de Estambul. Pero no se deje engañar pensando que es exclusivamente un refugio para perros y gatos: el santuario de Mert extiende su calidez a alrededor de 20 perros, varios gatos, cabras, burros, pájaros y una gran cantidad de otros animales necesitados.
“Dentro de mi propiedad, cuido de 10 a 20 perros, rescatándolos de bosques, depósitos de chatarra y zonas rurales remotas. Mi objetivo es encontrarles hogares amorosos, pero algunos, especialmente los ancianos y los enfermos, se convierten en miembros permanentes de mi familia. Recientemente, le di la bienvenida a un burro joven, junto con 46 gaviotas enfermas, un caballo ciego, 3 gansos (cada uno con una historia única), 3 gatos y más”.
Conozca a Mert Akkök, el hombre que tiene un refugio de animales privado en su granja cerca de Estambul, Turquía.
Si bien algunos pueden suponer que estos animales solo se quedarían temporalmente, Mert compartió que a menudo se encuentra con criaturas por su cuenta, dadas las restricciones legales en Turquía contra la eutanasia o el mantenimiento indefinido de animales abandonados en refugios; una ley admirable, de hecho.
¿Tienes curiosidad por saber si estos animales tienen una fecha de salida fijada? Mert aclara: “No, no se irán si no son adoptados nuevamente. Soy selectivo sobre quién los toma; se han convertido en mis hijos. Sólo los confiaré a personas responsables y atentas. Si estás interesado, puedes enviarme un mensaje en Instagram (ya que no estoy activo en Facebook). No dudes en preguntar sobre la adopción de un perro de mi vecindario, no solo de mi granja. En mi región hay muchos perros callejeros y juntos podemos colaborar para reubicarlos, tal vez a Estados Unidos”.
Al resaltar los desafíos que enfrentan, Mert arroja luz sobre la responsabilidad del gobierno de castrar y vacunar a los animales callejeros antes de devolverlos a las calles. Este enfoque ha dado lugar a una población visible de perros y gatos sin hogar en todo Estambul, lo que enfatiza la necesidad constante de que personas compasivas como Mert marquen la diferencia.